Ir al contenido principal

Dossier «Viajes y encuentros de Rudolf Rocker»: “Pedro Kropotkin”

 [Leer en PDF]
Grupo de estudios Gómez Rojas
Título “Pedro Kropotkin” y corresponde a un capítulo del libro “En la borrasca (Años de exilio)” (Buenos Aires : Editorial Tupac, 1949), de Rudolf Rocker.
Lo interesante de acercarnos al pensamiento anarquista desde el anecdotario de un reconocido exponente, es que podemos conocer aspectos muy cotidianos, como la personalidad o los espacios cotidianos donde vivían, a nociones fundamentales del ideario ácrata. Este texto, de hecho, es un buen ejemplo de lo que queremos decir.
En el primer encuentro con Kropotkin –que es el comienzo de una sincera amistad–, Rudolf Rocker describe el lugar de estudios de pensador y revolucionario ruso:
Después de un ligero bocadillo nos fuimos al cuarto de trabajo de Kropotkin. Las paredes de la habitación sencilla pero cómoda estaban cubiertas hasta el techo de libros, mientras la gran mesa de trabajo estaba ocupada con papeles y periódicos.
Similar a los mapas de Eliseo Reclus, Kropotkin era un asiduo lector. Este detalle nos da pistas del modo en que Piotr pudo plasmar tantos conocimientos en su obra póstuma Ética, origen y evolución de la moral, viviendo en la pequeña aldea de Dimitrov sin los títulos de su biblioteca a mano.
Y aún insistiendo en las particularidades de la personalidad de Kropotkin, en este escrito Rudolf Rocker hace referencias a diversas obras del autor ruso, explicando, con ello, aspectos fundamentales para comprender su pensamiento, de los cuales recomendamos poner especial atención a la visión que tenía acerca de la Historia.
Se trata, en efecto,  de una buena entrada para conocer a Kropotkin. Quizás por este mismo motivo es que también se utilizó como prólogo del libro “Memorias de un revolucionario”, traducido al español por Fermín Salvochea (Buenos Aires : Ed. Americalee, 1943). Por eso no está demás recordar las palabras que Oscar Wilde plasmó en De Profundis:  “A las vidas humanas más perfectas que he tenido ocasión de observar, pertenecen las de Verlaine y el príncipe Kropotkin”.
  
“Pedro Kropotkin”, por Rudolf Rocker
  • A causa de mi actividad en el movimiento obrero judío tuve ocasión también de reunirme con Kropotkin más a menudo de lo que había ocurrido hasta allí, pues el viejo mantenía siempre estrechas relaciones con los compañeros de la parte oriental. Lo había visto y oído hablar varias veces en reuniones internacionales, poco después de mi llegada a Londres, pero un conocimiento personal suyo lo hice tan sólo en la época del Congreso Socialista Internacional de julio de 1896, en aquel club italiano donde los compañeros se reunían todos los días durante la semana del congreso. Kropotkin, que en aquel tiempo no estaba muy bien de salud, apareció allí algunas veces. En esa ocasión fui presentado por Bernhard Kampffmeyer y cuando nos despedimos me invitó amablemente a visitarle en Bromley. En agosto o septiembre del mismo año hice uso de la invitación y le visité junto a Kampffmeyer y Wilhelm Werner. La mujer de Kropotkin nos abrió la puerta de la casita amable que habitaba entonces la familia, y nos dirigió, después de una acogida cordial, a una habitación sencilla donde pronto apareció Kropotkin mismo y nos saludó en su estilo cautivante. Era precisamente la hora del té y Sacha, la hija vivaz de Kropotkin, estaba poniendo la mesa. Después de un ligero bocadillo nos fuimos al cuarto de trabajo de Kropotkin. Las paredes de la habitación sencilla pero cómoda estaban cubiertas hasta el techo de libros, mientras la gran mesa de trabajo estaba ocupada con papeles y periódicos. seguir leyendo  [Leer en PDF]




Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Por qué soy Anarquista? - Rudolf Rocker

¿ Por qué soy Anarquista?.   Soy anarquista, no porque crea en un futuro milenio en donde las condiciones sociales, materiales y culturales serán absolutamente perfectas y no necesitarán ningún mejoramiento más. Esto es imposible, ya que el ser humano mismo no es perfecto y por tanto no puede engendrar nada absolutamente perfecto. Pero creo en un proceso constante de perfeccionamiento, que no termina nunca y sólo puede prosperar de la mejor manera bajo las posibilidades de vida social más libres imaginables. La lucha contra toda tutela, contra todo dogma, lo mismo si se trata de una tutela de instituciones o de ideas, es para mí el contenido esencial del socialismo libertario. También la idea más libre está expuesta a este peligro, cuando se convierte en dogma y no es accesible ya a ninguna capacidad de desenvolvimiento interior. Donde una concepción se petrifica en dogma muerto, comienza el dominio de la teología. Toda teología se apoya en la creencia ciega en lo firme, lo inmut

Por qué menciono a las mujeres - Flora Tristán (1843)

Obreros, hermanos míos, ustedes para quienes trabajo con amor porque representan la parte más viva, más numerosa y más útil de la humanidad, y por ello encuentro mi propia satisfacción sirviendo su causa, les ruego encarecidamente leer este capítulo con la mayor atención, ya que es preciso que lo admitan, está en su propio interés material entender bien por qué siempre menciono a las mujeres designándolas como:  obreras  o  todas . Para aquel cuya inteligencia está iluminada por los rayos del amor divino, el amor de la humanidad, resulta fácil comprender la concatenación lógica de las relaciones que existen entre las causas y los efectos. Para él, toda la filosofía, toda la religión se resume a estas dos preguntas – la primera – ¿cómo se  puede  y se  debe  amar a Dios y  servirlo para el bienestar universal de todos y todas en la humanidad ? – La segunda – ¿cómo se  puede  y  debe  amar y  tratar a la mujer para el bienestar universal de todos y todas en la humanidad?  Estas dos

"El anarquismo como caos" - Murray Bookchin (1995)

El anarquismo como caos Sean cuales sean las preferencias personales de Brown, su libro refleja y a la vez proporciona las premisas de la transición de los anarquistas euro-americanos del anarquismo social al anarquismo individualista o personal. De hecho, el anarquismo personal hoy en día se expresa principalmente a través de grafitis realizados con spray, el nihilismo posmodernista, el antirracionalismo, el neoprimitivismo, la antitecnología, el «terrorismo cultural» neosituacionista, el misticismo y la «práctica» de llevar a cabo «insurrecciones personales» foucaultianas. Estas tendencias de moda, que siguen casi todas las corrientes yuppies actuales, son individualistas en el importante sentido de que son contrarias al desarrollo de unas organizaciones serias, unas políticas radicales, un movimiento social comprometido, una coherencia teórica y una relevancia programática. Esta tendencia entre los anarquistas personales, más orientada a la consecución de la «propia re