Los historiadores anarquistas (particularmente Kropotkin, Nettlau y Rocker) han querido encontrar antecedentes a sus propias convicciones entre una gran variedad de escritores y filósofos del pasado. Lao Tzé, Zenón, La Boetie, Fenelón y Diderot figuran entre los predilectos en este sentido. Y Rebelais, por su parte en el delicioso y caballeresco libro en el que describe la Abadía de Théleme, admite el valor del lema libertario “haz lo que quieras”. Movimientos religiosos enteros, tales como los de los anabaptistas, los husistas, los doukhobors y los esenios han sido injertados con ramas del ancestral árbol del anarquismo; y el tolstoiano francés Lechartier no ha sido el único en afirmar que el verdadero fundador del anarquismo fue Jesucristo y… “la primera sociedad anarquista fue la de los apóstoles”. Yo creo que la búsqueda de los antecesores del anarquismo se obstaculiza por cierta confusión existente entre algunas actitudes que radican en el núcleo mismo del anarqui...